PRP

Por: Eduardo Zaragoza

La resistencia  4/5

Los monstruos acechan a la humanidad. Terribles criaturas amenazan a la civilización y están dispuestas a arrasar con todos nosotros. Pero los engendros extraterrestres no vienen de las estrellas; vienen de lo profundo del Océano Pacífico. Y para combatir a esos monstruos no hemos tenido otra opción que crear nuestros propios monstruos.

El director mexicano Guillermo Del Toro siempre ha tenido una especial fascinación por lo macabro, lo oscuro y desconocido, y en Titanes del Pacífico (Pacific Rim) lo vuelve a demostrar, pero esta vez lo hace con una cantidad de acción tan bestial como sus Jaegers.

Los horripilantes monstruos que salen del océano son conocidos como Kaijus (monstruo en japonés) y después de destruir San Francisco, Manila y Cabo San Lucas, el ejército se percata que para detenerlos se necesita algo igual de fuerte y enorme. Así nace el programa Jaeger (cazador en alemán), que son unos gigantescos robots controlados por dos pilotos conectados por un puente neurológico llamado “el enlace”.

Del Toro escribió el guión junto con Travis Beacham teniendo en mente el escenario apocalíptico pero como un enorme patio de juegos. El cineasta dejó de lado las complicaciones y se centró en la acción y el impacto visual y auditivo de los portentosos enfrentamientos entre robots y monstruos.

Es cierto que la acción es brutal y a ratos excesiva, pero es justo lo que sucede cuando un niño toma sus juguetes y confronta al bien y al mal en un duelo a muerte. Del Toro es un niño grande jugando con un presupuesto enorme y con tecnología de punta para brindar entretenimiento puro, lleno de adrenalina y esteroides. Y le sale bastante bien.

El héroe Raleigh Becket (Charlie Hunnam) es el típico prodigio insubordinado que no conoce las reglas y que salva el día gracias a su talento y gran corazón. Hunnam cumple con una actuación discreta y decente a secas. No es genial pero tampoco apesta. Su copiloto Mako Mori es una brillante Rinko Kikuchi, entregando una interpretación casi silente pero realmente sólida. No necesita muchos gestos ni excesos para proyectar tristeza y sed de venganza. Idris Elba interpreta al Mariscal Stacker Pentecost de una manera impecable, inyectándole autoridad y gallardía al personaje.

Charlie Day y Burn Gorman hacen de dos científicos locos que en medio de su demencia y retorcida mente quieren ayudar a salvar al mundo. Del Toro no los explota de más hasta volverlos odiosos e innecesarios, sino que les da su debido lugar. Ron Perlman (el legendario Hellboy) es un traficante gandalla de órganos kaiju bastante divertido. La música de Ramin Djawadi (con la colaboración de Tom Morello) complementa perfectamente la acción vertiginosa que vemos en pantalla, ya que las guitarras eléctricas le añaden un aire pesado y desenfadado a las composiciones.

La fotografía es brillante y espectacular, corriendo a cargo del mexicano ganador del Oscar, Guillermo Navarro. Los escenarios son impresionantes, y los titanes (buenos y malos) lucen increíbles todo el tiempo. Además el ritmo de la película es sumamente ágil y mantiene al espectador al borde de su asiento con las colosales secuencias de batalla.

Titanes del Pacífico es todo lo que uno espera de una cinta veraniega; acción, emoción, grandes efectos visuales y ver a los buenos sobreponerse a la adversidad para darnos paz una vez más. La humanidad está en riesgo y nuestra única esperanza es la resistencia, esas personas que están dispuestas a sacrificarse para cancelar el apocalipsis. Y nosotros estamos dispuestos a ver el espectáculo.

Pacific Rim (Warner Brothers)

Estados Unidos, 2013

Director: Guillermo Del Toro (Hellboy, Cronos)

Elenco: Charlie Hunnam, Idris Elba, Rinko Kikuchi, Charlie Day, Burn Gorman y Ron Perlman.

Un comentario en «Reseña: Titanes del Pacífico»
  1. Hace poco vi el trailer, me pareció muy espectacular y me despertó ganas de verla. Guillermo del Toro es siempre interesante. Como bien dices, si tiene todos los elementos que esperamos de una buena película veraniega de entretenimiento sin duda merecerá la pena. Un saludo.

Los comentarios están cerrados.