Mattew Bellamy, líder del trío británico habló en exclusiva con la revista Rolling Stone acerca de Drones.
La afamada publicación estadounidense escudriña en los conceptos y sucesos que inspiraron a Bellamy a crear Drones, un álbum que, aseguran, está fuertemente enfocado hacia la política. La maquinaria de guerra global ha evolucionado al punto de usar drones para neutralizar los objetivos deseados, lo que impactó profundamente en la mente de Bellamy – fanático de las teorías de la conspiración – y que, al mismo tiempo, orilló a la banda a adoptar un enfoque más íntimo. “Nuestra intención era volver a la manera en que hacíamos música en las primeras etapas de nuestra carrera,” dice Bellamy, “cuando éramos más como una banda de rock estándar de 3 piezas con guitarra, bajo y batería.”
Bellamy asegura que está orgulloso de los tres últimos álbumes de Muse, Black Holes & Revelations, The Resistance y The 2nd Law pero las cosas se les estaban yendo un poco de las manos. “Probablemente pasamos más tiempos en la sala de control, jugando con perillas y sintetizadores y computadoras y cajas de ritmos que tocando realmente como una banda,” menciona el vocalista. “Al mirar atrás a los últimos tres álbumes, cada uno tenía progresivamente menos y menos canciones que podíamos tocar en vivo.”
La producción de los dos últimos LPs de Muse corrió por cuenta de la banda, pero en esta ocasión decidieron traer a alguien completamente ajeno. “Queríamos pasar nuestro tiempo en la sala en vivo, tocando,” dice Bellamy. “Entonces sabíamos que teníamos que encontrar a alguien que se sentara en la sala de control y manejara la mayor parte de la producción.” Los managers Cliff Burnstein y Peter Mensch sugirieron a Robert “Mutt” Lange, mejor conocido por producir Back In Black de AC/DC e Hysteria de Deff Leppard. “Antes de conocerlo no estaba seguro,” menciona Bellamy. “No quería que nos convirtiera en una especie de acto del Top 40.”
El grupo voló a Suiza para reunirse con Lange, quien continúa siendo una de las figuras más misteriosas del rock. Casi nunca concede entrevistas y rara vez ha sido fotografiado. “Es una persona muy excéntrica, es my relajado,” dice Bellamy. “Él tiene el aire de no haber vivido en las restricciones de la sociedad o la vida normal por un largo tiempo. Sientes como si estuvieras en presencia de una suerte de gurú o desconocido espiritual.”
Para su gran sorpresa, Lange estaba increíblemente entusiasmado con el proyecto. “Imaginé que Mutt Lange estaría más enfocado en ¿Cuál es el sencillo? ¿Cuál va a ser el gran hit?,” dice el cantante. “Él no se comportó así en lo absoluto. Estaba metido totalmente en el concepto. Es el tipo de persona que se introduce en la mente del artista y en lo que sea que el artista desee.”
Muse grabó sus últimos tres discos a poca distancia de sus familias, pero esta vez optaron por viajar a Vancouver y trabajar en los Estudios Warehouse. “Era terreno neutral,” dice Bellamy. “Todos fuimos allá para no hacer otra cosa más que vivir y respirar el LP.”
La agrupación hizo un poco de trampa añadiendo pianos y sintetizadores en algunas canciones, pero en su mayoría se apegaron a la promesa de usar solamente guitarra, bajo y batería. “Tan pronto como tomas una guitarra estás frente a frente con las leyendas del rock,” afirma Bellamy. “Lo mismo ocurre con los kits de batería de estadio y el bajo eléctrico. Esencialmente, te encuentras en un paisaje sonoro que es muy familiar y que tiene mucho material legendario establecido grabado usando esos instrumentos.”
Un concepto acerca de los aspectos deshumanizadores de la tecnología de vehículos aéreos no tripulados (Drones) es, sin embargo, territorio virgen para una banda de rock. Bellamy tuvo la primera idea hace unos dos años cuando leyó el libro Predators: The CIA’s Drone War on Al Qaeda de Brian Glyn Williams, profesor de Dartmouth. “Estaba impactado,” menciona. “No sabía lo prolífico que ha sido el uso de drones. Siempre percibí a Obama como un tipo bastante agradable. Pero a partir de haber leído el libro, te enteras que casi todas las mañanas se despierta, come su desayuno y luego baja a la sala de guerra y toma lo que ellos llaman ‘decisiones de guerra.’ Él toma esa decisión basándose en una larga cadena de gente que trabaja en Inteligencia que, como todos sabemos, pueden ser muy poco fiables.”
El LP inicia con Dead Inside. “Trata acerca de que algo malo le pasa a algunos individuos, pero eligen no sentir y mueren internamente,” explica Bellamy. “Luego ellos continúan y se vuelven vulnerables a esas fuerzas oscuras, opresivas, que están más que felices de aprovecharse de gente así.” Después de un furioso diálogo de un sargento de instrucción (your ass belongs to me now!), el álbum se torna todavía más oscuro con “Psycho,” “Mercy” y “Reapers.” “Están a punto de ser vencidos por estas fuerzas opresivas,” afirma Bellamy. “A medio camino por ‘The Handler,’ en los lugares más oscuros, el protagonista, o yo, ya que estoy cantando en primera persona, siente el deseo de sentir algo de verdad. Ellos deciden, ‘No quiero ser utilizado por otros. No quiero ser controlado. No quiero ser una persona fría, carente de sentimientos. Quiero sentir algo realmente.’ Se aferran al deseo de pelear contra sus opresores.”
A medio camino, un discurso de JFK de 1961 suena, sin ediciones. “Él se dirige a la prensa estadounidense hablando acerca de cómo lidiar con el ascenso del comunismo,” dice Bellamy. “Lo que es muy interesante es que nunca menciona las palabras ‘Unión Soviética’ y nunca dice la palabra ‘comunismo.’ Sólo está hablando en términos generales acerca de los sistemas opresivos y cómo hay gente ahí afuera que quiere infiltrarse y controlarnos o dominarnos de manera encubierta y crear estos complejos sistemas burocráticos que esclavizan a la humanidad de una manera u otra.”
El discurso de JFK lleva directamente a “Defector,” “Revolt” y “Aftermath.” “Aquí es donde la persona intenta inspirar a otros a pensar por sí mismos y pensar libre e independientemente,” menciona Bellamy. “Luego esta narrativa termina con ‘Aftermath,’ donde el individuo está listo para responder. Reconoce la importancia del amor humano.” Acaba con el track de 10 minutos “The Globalist,” que tiene una narrativa separada del resto del LP. “Es casi la misma historia con un mal desenlace,” explica el cantante. “Al final tienes a los fantasmas de los muertos desconocidos que han sido asesinados por robots que nunca verán justicia y nunca veremos quiénes son, persiguiéndonos.”
Es difícil imaginar a cualquiera de las canciones al aire en las estaciones de radio de Top 40, pero Muse se las ha arreglado para convertirse en un grupo de nivel de estadio alrededor del mundo sin el beneficio de éxitos en el mainstream. “Me siento algo así como feliz por no haber tenido que confiar en los métodos convencionales del mainstream para llegar a la gente,” dice Bellamy. “Creo que cuando confías demasiado en esas cosas, pierdes un poco de tu independencia. Tienes que jugar ciertos juegos y empezar a preocuparse por cosas como la comercialización.”
Muse está por embarcarse en una gira mundial justo ahora y no piensan en aplicar el enfoque “minimalista” del disco a su show en vivo. “Va a ser más grandilocuente que probablemente cualquier espectáculo que hayamos hecho en Norteamérica,” confiesa Bellamy. “No quiero prometer mucho, pero queremos incorporar drones al show. Sin embargo, no sé quién nos lo permitirá hacer por razones de seguridad.”
Existe el rumor de interpretar Drones en su totalidad en un concierto especial en algún momento, pero el show regular incluirá cortes de toda la carrera de la banda. “Queremos integrar las canciones de antaño con las nuevas,” afirma el vocalista. “La meta es crear una especie de narrativa abstracta, no necesariamente una historia específica.”
Innumerables personas han argumentado en años recientes que el álbum es una forma de arte que ha muerto, pero Muse espera que todo este proyecto probará esa como una idea equivocada. “Apple, iTunes y los servicios de streaming han hecho de los sencillos una cosa de más fácil acceso,” comenta Bellamy. “Lo que eso ha hecho es convertir al álbum en una colección de canciones casi sin sentido. Pero un disco que tiene un concepto o historia o razón de ser un álbum, en todo caso, tiene más sentido que nunca antes.”
Drones de Muse saldrá a la venta el próximo 8 de junio, y la banda pisará suelo mexicano los días 17, 18 y 20 de noviembre como parte de la promoción de su esperado séptimo trabajo de estudio.
Fuente: Rolling Stone