Por: Eduardo Zaragoza
Una maldad que no debió despertar 1/5
Desde los oscuros y tenebrosos confines del más allá, un maligno engendro ha vuelto a este mundo para desatar su poder y finalmente lograr su cometido de sepultar al globo en un horrible caos. La última esperanza de la humanidad yace en Tom Cruise, y eso sería positivo en circunstancias diferentes, pero no en esta primera entrada del Universo Oscuro.
Después de las películas de Boris Karloff, Christopher Lee y Brendan Fraser, Universal vuelve a las andadas con este reboot que debe dar la patada inicial en un universo interconectado al estilo de Marvel y DC, pero con monstruos como el atractivo principal. Pero antes de hablar de ese atractivo, o más específicamente la ausencia de tal, primero es lo primero.
La trama es sencilla y sigue los pasos del Sargento Nick Morton (Tom Cruise), un militar que anda en busca de reliquias históricas que pueda vender en el mercado negro para ganar buen dinero, y de su interés romántico, Jenny Halsey (Annabelle Wallis), una egiptóloga devota a su profesión. Accidentalmente Morton encuentra un sarcófago que Halsey busca con desesperación y pronto se dan cuenta que lo que está adentro es simplemente el mal, en forma de momia. El cadáver en cuestión le pertenece a la princesa Ahmanet (Sofia Boutella), quien hace miles de años estuvo a punto de heredar el trono de Egipto, pero su nuevo medio hermano recién nacido fue un total aguafiestas. Como era de esperarse Ahmanet hizo un pacto con el dios de la muerte Seth y se convirtió en monstruo, lo que le valió un boleto VIP a una tumba prisión por el resto de la eternidad, con una maldición de pilón. Y su cautiverio no fue tan eterno porque bueno, de otra manera no habríamos tenido película, ¿cierto?
Curiosamente parece que esta cinta sí tenía una maldición sobre ella, por aquello de los seis diferentes guionistas que tuvieron que armar un argumento estilo monstruo de Frankenstein que sí cobra factura. Es que el filme da vueltas y vueltas en absolutamente ninguna dirección y cuando parece que puede venir algo bueno, el freno de mano hace que volvamos al mismo punto de partida. Y lo ejemplificaré de manera sencilla.
Lo primero y más importante acerca de una película de monstruos es precisamente poder ver monstruos, y aquí la momia titular no tiene la oportunidad de brillar. Cuando Sofia Boutella empieza a entrar en calor y su personaje luce prometedor es mandada de vuelta a la banca en vez de recibir el balón y anotar. El protagonista es un bizarro personaje con el que Tom Cruise no sabe bien qué hacer y entonces se convierte en Ethan Hunt de Misión Imposible. De hecho varias secuencias de acción, en específico la del choque del avión están sacadas de esa franquicia de acción. Y no es algo malo, pero tampoco es original. Honestamente me hubiera gustado ver a Boutella echarse el equipo al hombro y comandar una ofensiva que vaya que luce poderosa, con Cruise solamente siendo el nombre grande en el póster.
El segundo problema está en la ansiedad. Por parte del director Alex Kurtzman, que en su afán de realizar un blockbuster veraniego mete en la licuadora terror, acción, comedia, ciencia ficción y romance pero nunca sabe bien qué velocidad usar y acaba con un batidillo incoherente y simplón, nada original y hasta tedioso. La ansiedad por parte del estudio también perjudica, porque en vez de tener en la mira una película bien pensada, bien contada y con una buena estructura, el objetivo primordial es establecer el famoso Universo Oscuro y dejar al público con ganas de más. Lo cierto es que cuando termina la proyección a uno le valen la momia, los monstruos y el resto de las películas, y no se siente esa emoción por el resto de los proyectos; es que la flojera e indiferencia que La Momia produce es algo serio.
La cinta es decepcionante a decir verdad, y palidece ante la muy entretenida versión de Stephen Sommers, pero hay un homenaje que hasta podría servir como conexión entre ambas cintas, y salta a la vista con facilidad. Pero si aquel filme de 1999 ha caminado entre las arenas del tiempo para convertirse en un favorito de la gente, La Momia de 2017 está maldita y merece que le saquen los ojos y le corten la lengua, para después ser enterrada viva con escarabajos carnívoros. Y me aterra pensar que a pesar de tal martirio va a regresar de entre los muertos para regenerarse con billetes verdes y sembrar verdadero terror en los cines del mundo una vez más.
The Mummy (Universal)
Estados Unidos, 2017
Director: Alex Kurtzman
Elenco: Tom Cruise, Russell Crowe, Sofia Boutella, Annabelle Wallis y Jake Johnson