Por: Eduardo Zaragoza
Una cita con la historia. 5/5
La máxima experiencia para disfrutar de Muse está en sus conciertos. Las grandes bandas de rock lo demuestran en vivo, y los shows en directo son la especialidad del trío británico.
Filmado en el Estadio Olímpico de Roma el 6 de julio de 2013, Live At Rome Olympic Stadium es el inicio de una nueva era que va más allá. Estamos a las puertas de un nuevo nivel de entretenimiento. Poderoso y avasallador.
Igual que con The 2nd Law, Supremacy se encarga de dar el banderazo de salida del show. El colosal escenario Power Station luce abrumador y sus 6 chimeneas rugen lanzando llamaradas en perfecta sincronización con la música. La maquinaria de guerra de Muse está perfectamente aceitada y jamás había lucido mejor.
Los fans gritan eufóricos mientras aparecen Obama, Merkel, Cameron y el mismísimo Papa Francisco bailando con Panic Station. El terremoto llega mientras el riff de Plug in Baby atraviesa el cielo desbordando una emoción indescriptible. El espectáculo es sorprendente.
El carnaval que ofrece el formato 4K es alucinante y exprime al máximo las capacidades de la banda, el estadio y la multitud. Pero también hay trucos que resultan sorprendentes y cautivan los sentidos. El salto de un colorido e intoxicante frenesí a un casi poético blanco y negro es una de las mejores decisiones de la película. Un desquiciado ejecutivo de la banca lanza Musos a la gente para después desplomarse mientras Animals alcanza su clímax. No hay ruido que comprometa en ningún momento la calidad de la imagen y las transiciones son pulcras como nunca antes. La cinemática es impecable y las texturas dejan sin aliento. Los pequeños detalles evidencian la monstruosa resolución Ultra HD. Las partículas de polvo, el humo, el sudor, la saliva, el público. Todo es claro y nítido al extremo y al combinarse crean una sensación muy curiosa. Es casi como estar ahí.
Resistance enchina la piel al escuchar a 60000 personas coreando los ya clásicos acordes y Explorers cautiva mientras el estadio entero admira a Bellamy en el piano. Feeling Good hace hincapié en la teatralidad al tiempo que una mujer se inmola después de beber gasolina directamente de una bomba. Follow Me es uno de los momentos más emotivos y de mayor entrega. Bellamy se la dedica a su hijo y todo el estadio le responde fielmente. De todos estos dulces momentos, incluyendo a Madness y Undisclosed Desires, Guiding Light destaca por el nivel de la canción misma y por el espectáculo visual. Una tormenta de confeti junto con un enorme globo con forma de foco del cual aparece una acróbata (muy a la HAARP) crean un momento memorable y conmovedor. Una vez más el 4K saca todos sus caballos de fuerza.
A pesar de todo, la cresta de la ola está en los momentos de mayor poder e impacto. Hysteria y Time Is Running Out exponen su nivel de himnos, y ni que decir de la vibrante Knights of Cydonia, con Wolstenholme haciendo el papel principal en Man With a Harmonica para terminar en una extravagante locura. Para levantar el puño de la manera más revolucionaria no podía quedar fuera Uprising y su inyección de adrenalina. Starlight es un cierre poco acostumbrado pero igualmente efectivo y jovial. El viaje ha terminado, pero ha sido sorprendente.
Quizá podría reprocharse el hecho de que Map of the Problematique, Stockholm Syndrome, Unintended, Blackout y The 2nd Law – Unsustainable no aparecieran cuando sí fueron interpretadas, pero todo se olvida al admirar el brillante producto final. Un audio cristalino y espectacular logra la perfecta comunión con una bestial calidad visual que enamora desde el primer instante. Disfrutar en la pantalla grande de un concierto de tal nivel merece una mención especial al ser el primero en aprovechar las bondades del descomunal 4K. No es sólo un acontecimiento limitado a aquellos fans de Muse, melómanos y cinéfilos, Live At Rome Olympic Stadium es un evento obligado para todos, anunciando la llegada del espectáculo del entretenimiento a un nuevo nivel, en una categoría aparte. La banda más espectacular en vivo del planeta ha montado el show más grande y de paso ha cumplido una cita con la historia. Y nosotros hemos sido testigos.
MUSE
LIVE AT ROME OLYMPIC STADIUM (WARNER, HELIUM 3) 2013
Y yo puedo decir con la boca bien grande que estuve allí! Simplemente espectacular, inolvidable.