BvS Standoff

Por: Eduardo Zaragoza

El Alfa y la Omega.   4.5/5

¿Es la justicia algo inalcanzable? ¿Es un ideal que se ha vuelto un sueño, un espejismo, una fantasía? Pareciera que en nuestros tiempos sí se ha vuelto un imposible para algunos, para la mayoría; por eso siempre hay alguien que alza la voz, por el bien de sí mismo y de todos. Para tener justicia se debe pelear por ella, a veces sangrar por ella. Ésta es la historia de cómo puede llegar a conseguirse ese ideal.

En 2013 se anunció que Batman y Superman, los dos más grandes superhéroes de la ficción, estarían juntos en una misma cinta. Eso la volvía un acontecimiento imperdible, pero saber que ambos personajes se enfrentarían le otorgaba a El Origen de la Justicia un extra inigualable. Finalmente el filme está en las salas de cine y diré que es el evento cinematográfico del año, les guste o no.

Batman Vs Superman llega de la mano del director Zack Snyder, un especialista en acción y adrenalina hollywoodense, pero que también es un artista visual absoluto. Snyder confecciona una película hermosamente filmada, con momentos de belleza plástica incuestionable y poderosos, muy poderosos. A excepción de la sacrosanta trilogía de El Caballero de la Noche, cortesía del legendario Christopher Nolan, ninguna otra cinta resulta en imágenes tan poéticas y de tanto alcance como ésta. Desde ahí ya es un triunfo en sí misma.

Pero antes habrá que hablar de la trama, sin revelar demasiado. Solamente diré que Bruce Wayne (Ben Affleck) no está contento con la existencia de Superman (Henry Cavill), por su poder y las implicaciones que conlleva. Lex Luthor (Jesse Eisenberg) tampoco está conforme con que El Hombre de Acero ande tranquilamente por todas partes. Un ser casi divino se ha vuelto el más polémico del mundo porque mientras unos lo veneran (literalmente), otros lo odian y le temen. Cuando una situación periodística en África, en la que está inmiscuida Lois Lane (Amy Adams), y por lo tanto Supes, se vuelve un escándalo internacional, el último hijo de Krypton se convierte en el blanco del Congreso estadounidense para que responda por sus actos. Pero todo es un juego de sombras en el que la corrupción, el odio y la locura nublarán la verdad. Y por eso habrá que pelear.

Tanto Batman como Superman son huérfanos, y sus problemas resuenan todo el tiempo, y entre ellos mismos, pero es algo que tienen en común y no pueden cambiarlo, y es un punto clave en el filme.

Henry Cavill regresa como El Hombre de Acero y lo hace discretamente, con una actuación que no es espectacular pero que lo ratifica como un Superman al que todos identificamos. El más bonachón de los superhéroes cuenta con un rostro y es el de Cavill. Una tarea nada sencilla.

Por su parte, Ben Affleck se pone la capa negra de Batman por primera vez de manera muy satisfactoria. Se aleja del hombre murciélago de Christian Bale para apoderarse del personaje completamente, cerrando muchas bocas en el proceso. Y como es Batman pues debe tener un Alfred Pennyworth de su lado; ahora le toca el turno a Jeremy Irons de encarnar al mayordomo de Bruce Wayne, con sarcasmo y humor, pero con un toque paternal. A ratos Alfred regaña a su jefe, y si alguien puede jalarle las orejas al Vigilante de Ciudad Gótica ese debe ser Jeremy Irons.

Kent y Wayne se conocen en una fiesta organizada por Lex Luthor, el multimillonario sociópata megalómano interpretado por Jesse Eisenberg. El súper villano que vemos en pantalla resulta caricaturesco en ocasiones pero completamente maniático todo el tiempo. Eisenberg logra crear un Lex Luthor racista, discriminador, corrupto y lleno de odio por aquello que desconoce, que no entiende. Usa tácticas intimidatorias valiéndose de sus enormes recursos y consigue lo que quiere con plata y plomo. Este Luthor es una mezcla de muchos personajes muy reales y muy peligrosos que viven en el mundo real y que dan rienda suelta a su locura. Eso es algo aterrador y difícil de lograr, por lo que Eisenberg está del otro lado.

El inicio de la película es melancólico, luego se vuelve explosiva y llena de adrenalina, y Snyder la mantiene así casi todo el tiempo. Es una cinta de superhéroes muy oscura y solemne, un poco más violenta y tétrica que el común denominador del género. Es un trabajo totalmente opuesto a lo que Marvel realiza, con referencias oscuras y escabrosas que pueden incomodar a muchos pero que son muy reales. Al igual que El Caballero de la Noche, de DC, y de El Soldado del Invierno, de Marvel, El Origen de la Justicia tiene alusiones astutas y bien logradas al mundo real. El guión del ganador del Oscar Chris Terrio es inteligente, se toma muy en serio así mismo, bien diseñado y fluye tan naturalmente como debería. Algunas líneas son de verdad brillantes, directas y muy efectivas. Uno de los puntos más fuertes es el argumento de Terrio.

Batman Vs Superman es una película muy ambiciosa, con muchos puntos por abarcar, que muestra mucho y que también dura mucho. Con 151 minutos de duración se siente pesada, sobre todo con la cantidad de información y eventos necesarios para además poner en marcha La Liga de la Justicia, el ambicioso mega proyecto de Warner y DC con el que buscan conquistar el mundo del cine. Nada serio.

Pero El Origen de la Justicia tiene mucho a su favor y muy poco en contra, aunque la mayor parte de la crítica especializada diga lo contrario. Ha sido injustamente satanizada, extremadamente maltratada y todo por razones absurdas. Ésta es una película sólida, muy entretenida, mucho más seria que otras, pero que cumple con lo que promete: entretener y emocionar a lo grande.

Snyder echa mano de todos los recursos disponibles para maquilar un filme explosivo, atascado con acción, vertiginoso y trepidante. La gran batalla que anuncia el cartel no defrauda, pero el momento en el que La Mujer Maravilla (Gal Gadot) aparece es oro puro. Esa escena es tan emocionante que vale el precio del boleto por sí sola, y Gadot se adueña del icónico personaje en cuestión de segundos. La actriz israelí fue una elección magistral y lo demuestra con una interpretación muy ruda en la que está al rojo vivo, estando en batalla o no. Su aparición es para aplaudir, completando la Santa Trinidad de DC de manera inolvidable, pero La Mujer Maravilla se roba cada escena en la que la vemos.

Finalmente el titánico inicio del Universo Extendido de DC ha llegado, de gran manera, echando la casa por la ventana. Colosal, sin recatos y muy arriesgada, El Origen de la Justicia hace realidad los sueños de la infancia de ver a Batman y Superman juntos, acompañados de La Mujer Maravilla y con cameos por parte de Flash (Ezra Miller), Aquaman (Jason Momoa) y Cyborg (Ray Fisher). Hay otro superhéroe que también se anexa, fuera de la pantalla, pero igual lo hace; la música del magistral Hans Zimmer, con la colaboración de Junkie XL, es épica a lo bestia, cargada de poder y rimbombante como pocas cosas. Es un soundtrack grande, muy grande, con esteroides, desmesurado. En pocas palabras, grandioso.

Zack Snyder cumple, aunque casi todo el mundo diga lo contrario, y aunque muchos no quieran reconocerlo. Batman Vs Superman es justo como tenía que ser, como necesitaba ser. Si lo que hace Marvel – que también es muy bueno – es luminoso y jovial, aquí tenemos algo que está en el extremo opuesto del espectro, y por eso vale tanto la pena. No es el Batman de Christopher Nolan porque no debe serlo, tiene que ser muy distinta, más enfocada a los cómics, con muchos guiños a ese mundo, totalmente alejada a lo que habíamos visto anteriormente.

Batman Vs Superman es enorme, emotiva, suntuosa, y desde el primer minuto apunta a matar, arriesgando el todo por el todo. Es una película en la que los héroes se unen, porque para tener justicia se debe pelear por ella, a veces sangrar por ella. Esa sangre demuestra que esta cinta tiene alma y corazón, que puede trascender en el tiempo, y de paso le da una nueva definición a lo que es gigantesco y espectacular en todo sentido posible. ¡Bravo!

Batman v Superman: Dawn of Justice (Warner)

Estados Unidos, 2016

Director: Zack Snyder

Elenco: Ben Affleck, Henry Cavill, Amy Adams, Gal Gadot, Jesse Eisenberg, Jeremy Irons, Diane Lane y Laurence Fishburne.