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Por: Eduardo Zaragoza

La cuenta regresiva termina en jaque mate   3/5

Hace 20 se estrenó Día de la Independencia y fue un home run completo. La película se convirtió en un mega hit que caló hondo en la cultura popular contemporánea, convirtiéndose en una obra de culto y, en su momento, llegaría a ser la segunda cinta más taquillera de la historia. Y veinte años después aquí estamos, finalmente con una secuela titulada Contraataque.

En el filme nos encontramos con un planeta Tierra que se ha unificado tras La Guerra del 96, presumiendo de un gran progreso y una unión entre naciones que es meramente un sueño en la vida real. Usando tecnología extraterrestre recuperada de la invasión, hemos creado sistemas de defensa avanzados que nos han permitido establecer puestos de vigilancia cerca de Saturno y en nuestra Luna. También tenemos una red que circunda el globo y que sirve como escudo en contra de una posible invasión. Y es que todos en la película parecen saber que habrá un nuevo ataque.

El primer acto transcurre con la presentación de nuevos personajes y rostros muy conocidos, con el recordatorio constante de que estamos en grave peligro y que irremediablemente culmina con la aparición de los extraterrestres viajando en una nave más grande, más gandalla y más destructiva. Los miedos de la humanidad se hacen realidad y otra vez habrá que pelear por sobrevivir.

Roland Emmerich no se guarda nada y presenta una colosal cantidad de material apocalíptico-destructivo cuasi pornográfico que muchas películas de superhéroes envidiarían con toda su alma. A comparación de lo visto en la primera parte, aquí todo es más, con una dosis intensiva de esteroides para que algunos bonitos destinos turísticos (Londres) queden reducidos a polvo y cenizas. Básicamente estamos ante la definición enciclopédica de lo que es un destructofest cinematográfico.

Así que la destrucción cumple, los efectos visuales, que hay en cantidades industriales, también cumplen y con creces. Pero las actuaciones no. Los tipos nuevos son extremadamente infumables, con nula presencia escénica y olvidables al extremo. Liam Hemsworth, Jessie T. Usher y Maika Monroe podrían no haber aparecido y no tendríamos ningún problema con eso. Los veteranos como Jeff Goldblum, Bill Pullman, Judd Hirsch y Brent Spiner sacan a flote el barco, pero tampoco se vuelan la barda, y todo porque el guión es deficiente en casi toda la película. Los eventos suceden de manera acelerada, con grandes repercusiones pero que se superan rápido, muy rápido de hecho. El problema es que es un filme muy ligero que no se toma en serio, y eso generalmente es bueno pero aquí acaba por ser contraproducente. Y es que una de las cartas fuertes de la primera era su cursilería, sentimentalismo y patriotismo gringo extremo, pero a la vez ligero: era una combinación extraña que servía para que los héroes completaran el camino requerido de salvación global. Es raro decirlo, pero a esta secuela le falta ser un poquito sangrona y cursi para lograr una conexión entre los personajes y el público. También carece del genial y extra emocionante soundtrack de David Arnold que sonara espectacular en la cinta de hace dos décadas.  Y le falta la chispa que tenían los titulares de la primera. Reconozco que se extraña mucho a Will Smith y su estatus de súper estrella, y habría sido genial verlo haciendo mancuerna una vez más con Goldblum, porque los dos eran dinamita pura hace veinte años, pateando traseros extraterrestres como si no hubiera un mañana. El guión de Día de la Independencia presentaba personajes y situaciones cursis al grado de ser hilarantes, y esa era su virtud, su fórmula mágica que, lamentablemente, no se puede replicar en esta segunda parte.

Con todo y todo Contraataque es ágil, espectacular y llena de acción, con suficiente bum bum para acabar con un sistema solar y también es divertida, muy divertida. Es como un videojuego con gráficas magistrales repleto de adrenalina y enemigos formidables que juegas por el puro placer de sonreír. Es un caramelo visual que se disfruta mejor con palomitas, nachos y refresco grandes, muy grandes, tamaño jumbo, sólo para combinar con lo que sucede en pantalla. Y tal vez también con muchos fuegos artificiales.

Independence Day: Resurgence (Fox)

Estados Unidos, 2016

Director: Roland Emmerich

Elenco: Liam Hemsworth, Jeff Goldblum, Jessie T. Usher, Bill Pullman, Maika Monroe, Judd Hirsch, William Fichtner, Charlotte Gainsbourg y Brent Spiner.